Criaturas humanas-cibernéticas


Casi sin notarlo, la especie humana está dando pequeños pero decisivos pasos en su escala evolutiva, y, según científicos expertos en nuevas tecnologías la era de los cyborgs (criaturas con componentes biológicos y mecánicos) ya está aquí. “Nos dirigimos hacia el hombre-máquina, inmune al dolor y al tiempo. El inusitado desarrollo de la robótica, la cibernética y la nanotecnología hace prever un futuro de humanos-cibernéticos con autonomía propia, con chips, prótesis y sensores artificiales incorporados en su cuerpo. El avance tecnológico-informático ha afectado los procesos inteligentes del ser humano y en ciertas actividades mentales (memoria, lógica y toma de decisiones) vemos que las máquinas sustituyen al hombre en aspectos que no sólo son sustituidos artificialmente sino que son más rápidos, poderosos y confiables. Ahora mismo existen numerosos cyborgs como el norteamericano Matthew Nagle, lisiado que sufre de parálisis total quién usa una computadora moviendo el cursor con su cerebro, gracias a un biochip incrustado en la zona del córtex que controla su mano izquierda. Igualmente, biochips identificadores; implantes eléctricos computarizados; marcapasos que marcan el latido del corazón; corazones y extremidades artificiales; implantes en el oído que pueden trasmitir sonidos y repetirlos en el sistema nervioso, y bombas que dosifican calmantes e insulina han sido colocados en humanos, a la par que se prueba un sistema de electroestimulación cerebral para combatir la depresión, y está en fase experimental un sistema similar para tratar migrañas, adicciones y obesidad. Asimismo, más de 40 mil enfermos de Parkinson llevan electrodos en su cerebro que controlan sus temblores; y muchas personas nadan, caminan o corren con piernas computarizadas. En 1998, Kevin Warwick, profesor jefe del Departamento de Cibernética de la Universidad de Reading, Inglaterra, (dedicado a la investigación de inteligencia artificial, robótica y cyborgs), se implantó un chip en su brazo izquierdo, conectando su sistema nervioso a una computadora que le permitía manejar a distancia aparatos electrodomésticos y comunicarse con su esposa, a la que también se implantó un chip. “Esto nos permitió elevar nuestras capacidades humanas, mejorando nuestros sentidos, siendo capaces de realizar complejas operaciones. El cerebro humano y las computadoras están cada vez más relacionados. En el futuro veremos sorprendentes desarrollos en el campo de la medicina, donde estamos a las puertas de un territorio desconocido donde existe la posibilidad de tratamientos con éxito en enfermedades y dolencias para las que hoy no existen alternativas. Los nanorobots viajarán por nuestra corriente sanguínea de órgano en órgano, buscando y removiendo células cancerígenas. La fuente de poder de los equipos tecnológicos será el cuerpo humano y la comunicación será a través de señales y no hará falta hablar. Esta conexión directa abre un mundo de posibilidades. Se trata de un cambio científico pero también filosófico que nos obliga preguntarnos ¿Quiénes somos realmente? Los humanos pueden y deben ser actualizados. Las máquinas son superiores porque tienen cualidades de las que carecemos (memoria casi ilimitada, extraordinaria capacidad de cálculo, posibilidad de comprender más de tres dimensiones, captan ultrasonidos y emiten infrarrojos, y se comunican sin hablar). Esta conexión física y metafísica ya ha empezado a convertirnos en cyborgs. Por ejemplo, una persona implantada con un marcapasos puede considerarse un cyborg, puesto que no podría sobrevivir sin ese componente. El 10% de norteamericanos es cyborg, pues cuenta con marcapasos electrónicos, articulaciones artificiales, miembros protésicos y piel artificial". Somos sólo un eslabón de la cadena evolutiva. Hasta ahora pensábamos que éramos el final de la evolución. Estamos comenzando a aceptar que somos parte de un proceso evolutivo que se acelera vertiginosamente. Entonces, ¿Por qué creer que la evolución de la inteligencia, desplegada durante cientos de millones de años se detuvo repentinamente en el nivel humano? Es probable que una nueva forma de vida inteligente surja y sobrepase al hombre, igual que éste sobrepasó al Australopithecus. Pero, a diferencia de muchas otras especies, el Homo Sapiens quizás no se extinga sino que se transforme en Homo Ciberneticus.

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