Caso mineros chilenos: ¿Realidad o ritual masónico?

Créase o no, el enigma del número 33 rodea el extraño caso de la mina San José y posterior rescate de los 33 mineros que quedaron atrapados durante más de dos meses en ese yacimiento situado en el desierto de Atacama, en el extremo norte de Chile. Si no es así, entonces ¿Por que tantas “coincidencias” en este caso con los números cabalísticos 11, 13 y 33? Algunos podrían alegar que se trata de una simple coincidencia, pero resulta que el grado máximo de la masonería es el 33, el cual distingue a los Illuminati de los masones comunes y corrientes. Illuminati es el nombre con el que se conoce la Orden de los Perfectibilistas o Iluminados de Baviera. Se trata de una sociedad secreta fundada por Adam Weishaupt, el 1º de mayo de 1776, en Ingolstadt (Alemania). En latín, illuminati (pronunciado il luminati) significa “iluminados” (illuminatus). Los “Iluminados” invocan en sus rituales espíritus y demonios. Y, según ellos mismos, en dichos rituales incluso se les aparece Baphomet (Lucifer). De modo que al ellos adorarlo se convierten en luciferanos. Los Illuminati utilizan como símbolo para su "escuela secreta de sabiduría", El Ojo que todo lo ve, es decir, el Ojo de Horus, que es considerado como el símbolo del Supremo Regente del Universo. Según los Illuminati, este ojo representa la mente omniconsciente de Dios, que todo lo ve y que por lo tanto conoce todo. En este sentido, el Ojo de Horus vino a ser el símbolo de la Consciencia Divina o de la Consciencia Cósmica (llamada por algunos místicos modernos, la Consciencia Universal). Por eso se dice que gobierna al Sol, la Luna, los Cometas y las Estrellas, e igualmente, al corazón del hombre. El Ojo que todo lo ve, es un símbolo que también utilizan los masones en representación de su Dios, el Gran Arquitecto, como una adoración al antiguo Dios RA. Tan antiguo como la humanidad o Sumeria y Egipto. Este mismo ojo aparece en el billete de un dólar, situado sobre una pirámide sin que nadie pueda explicar la razón por la que fue colocado allí. Los illuminati tenían también otro símbolo. Este era el Búho de Minerva, la diosa de la sabiduría, que extrañamente también se encuentra en el billete de un dólar a una escala minúscula, en el margen superior derecho. “La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas? Jesús.  Mateo 6:22.  
Recordemos ahora algunos aspectos de  este extraño caso, catalogado como uno de los peores accidentes en la historia de la minería: El 5 de agosto de 2010, cerca de las 14.00 hora local (1800 GMT), se produce un derrumbe en la mina San José, cercana a la población de Copiapó. En la noche se informa de la gravedad del accidente. Al inicio las noticias se refieren a 25 mineros que habían quedado atrapados, luego se señala que se trata de 33 hombres, quienes se encontrarían a unos  700 metros de profundidad, sin saber en qué condiciones. Tras conocer la noticia, el ministro de Minería, Laurence Golborne, suspende una visita a Ecuador y regresa rápidamente a Chile para encabezar las labores de rescate. Inmediatamente, se traslada a la mina ubicada a unos 800 kilómetros al norte de Santiago.  Un equipo de socorristas ingresa por una de las chimeneas de ventilación de la mina, pero al día siguiente desechan esa opción por problemas de seguridad y bloqueo del ducto por el que se había planeado descender al refugio. 6 de agosto: Dada la gravedad de la situación, el presidente Sebastián Piñera, anuncia en Bogotá, donde asistía a la toma de posesión del presidente Juan Manuel Santos, que su gobierno haría todo lo humanamente posible para rescatar con vida a los mineros. 7 de agosto: Piñera regresa a Chile. 8 de agosto: Nuevos derrumbes ocurridos en el interior del yacimiento durante un intento por rescatar a los mineros complican la opción de un rescate directo a través de un conducto de ventilación. 10 de agosto: Se denuncia públicamente que la mina San José no debería estar operando, debido a que en ella han ocurrido una serie de accidentes en el pasado. Enterado, el presidente chileno destituye a los directivos del instituto regulador de la actividad minera y ordena la intervención del organismo por su eventual responsabilidad en el accidente. 12 de agosto: Al cumplirse una semana del derrumbe, el ministro Golborne declara a los medios: “Hay pocas posibilidades de encontrar con vida a los mineros”. 15 de agosto: Golborne señala que la posibilidad de contacto con los hombres sepultados tardará varios días, debido a la complejidad del terreno que debe perforarse para llegar hasta donde se supone que se encuentran. 19 de agosto: Una de las máquinas de sondaje supera los 700 metros de profundidad pero no halla el refugio, mientras otras ocho sondas continúan perforando. 21 de agosto: La madrugada de ese día, una sonda logra romper fondo a 688 metros de profundidad. Luego, se sienten ruidos que abrigan la esperanza de que los mineros pudieran estar con vida. Ante esa posibilidad, los equipos de rescate laboran arduamente y logran introducir una microcámara de televisión. En la tarde, el ministro de Minería extrae de una de las barras de acero de una máquina de sondaje un papel con letras rojas que decía: "Estamos bien en el refugio, los 33". Ese mismo día, imágenes grabadas por microcámaras de televisión muestran que el primer derrumbe no afectó más allá de los 400 metros de profundidad y que no afectó la zona donde se ubica el refugio para accidentes, situado a 700 metros de profundidad. Enseguida, familiares, compañeros de trabajo y autoridades, celebran alborozados la noticia que conmueve al mundo. Hasta aquí, el relato del inicio de esta cronología de los hechos, ya que, repetimos,  ahora estos son ampliamente conocidos y porque seguidamente nos referiremos a una serie de hechos extraños.  
Sin duda, un enigma envuelve este caso y está relacionado con el número 33. Observemos: 33 fueron los hombres que quedaron atrapados. Este número aparece varias veces en el desarrollo del evento. 33 días tardó la perforadora Schram T-130 en terminar el ducto que permitiría la salida de los mineros. El rescate comenzó día el 13-10-10. Si se suman estos dígitos dan como resultado 33. El mensaje que los mineros pudieron enviar el 22 de agosto, decía: “Estamos bien en el refugio los 33”. Si se suman las letras más los espacios existentes entre ellas, da también como resultado 33. Del mismo modo, extrañamente, la noticia que da a conocer que los trabajadores de la mina estaban vivos se conoció cuando el calendario marcaba la semana 33 del año 2010. Llama la atención que el primer contacto que se logró con los mineros se realizó el 22 de agosto de 2010, es decir, el 22 del 8 del 2010 que sumados dan 33. Veamos la sumatoria: 22 + 0 + 8 + 2 + 0 + 1 + 0 = 33. Si no bastara con estos hechos misteriosos en relación al número 33, observemos que el día del rescate fue el 13 del 10 del 2010, que sumados también dan 33. Extrañamente, la cobertura periodística internacional del suceso estuvo a cargo de medios de comunicación provenientes de 33 países. Por si fuera poco, luego de ser rescatados, los mineros fueron trasladados en ambulancia al hospital de la población de Copiapó, en un recorrido por carretera que se realiza en 33 minutos en condiciones climatológicas normales.  He aquí otros detalles enigmáticos de este caso: La clásica canción “Chi chi chi le le le...” que entonaban los mineros es del año 33.    Ante la reiterada aparición del 33 en el suceso chileno, expertos numerólogos destacan que durante mucho tiempo el número 33 ha sido considerado por parte de distintas religiones como portador de un simbolismo especial cabalístico. De este modo, para los cristianos es el número de años que vivió Cristo en la Tierra. “Los 33 hombres bajo tierra en San José representarían la edad de Jesucristo; mientras que José es el nombre del padre de Jesús en la Tierra. Si bien Jesús tenía 33 años cuando murió, resistió a los tres días de igual manera; fue tres veces negado y no olvidemos que el gallo cantó tres veces antes del amanecer. Según algunas sociedades secretas, Jesús fue un iniciado del grado 33 en los misterios sagrados”.   Para los judíos, conocedores del viejo Testamento, 33 es el número de años que reinó el rey David. Entre los musulmanes el 33 es conocido porque sus rosarios cuentan con tres grupos de 11 cuentas, separados por un “testigo”. De igual manera, diversas sociedades filosóficas consideran al 33 como un número de sobrevivencia, señalando que en su simbología, es el más alto número dentro de los grandes maestros: “El 33 nos habla del equilibrio de las cualidades morales y espirituales y, de hecho, la paz que emana atrae especialmente a personas angustiadas o desorientadas. El 33 simboliza la esperanza y la fe”. Existen 33 planetas con vida en la Vía Láctea, la Confederación Galáctica tiene 33 representantes, la Tierra es el 3er planeta. En nuestro planeta existe un sitio geográfico de 33 grados de latitud norte y 33 grados de longitud. Ese sitio se llama Hiroshima. Derivado de estos principios, los antiguos habitantes de la Tierra en su intento por descubrir su procedencia y destino fueron indagando en base a sus conocimientos físicos y astronómicos el origen y orden del Universo, apoyándose en cálculos y principios numéricos tratando de descubrir la existencia de relaciones místicas entre los números y el destino de las personas. Es así como surge la numerología, también conocida como aritmomancia (del griego arithmo que significa número, y manteia, que significa profecía). La numerología ha sido estudiada en profundidad desde el comienzo de los tiempos. Esta disciplina cabalística estudia los números y su significado, siendo para muchos una ciencia milenaria que pretende revelar, a través del significado e influencia de los números, el carácter, la personalidad y las vivencias del ser humano. Otras culturas catalogaron a la numerología como una práctica adivinatoria que utiliza números y como una creencia que establece una relación mística entre las cifras, los seres vivos, las fuerzas físicas y las espirituales. “El ser humano vive bajo la vibración e influencia de los números. Cada número es una energía y una vibración. Egipto, Grecia y Roma son civilizaciones que se dejaron guiar por estas energías”. 
600 años antes de Cristo, Pitágoras (filósofo, teólogo, astrónomo, astrólogo, místico, matemático y estudioso de la cábala) consideraba las matemáticas y la geometría como ciencias sagradas;  “Pues todo en el Cosmos, en la vida entera del Universo, en este sistema solar, más todos los infinitos sistemas solares existentes dentro de este misterio llamado Universo, se rigen matemáticamente. Todo en el Universo es número y, así, también en la vida de cada ser vivo en este planeta y hasta en cada una de sus células. Todos los libros sagrados están plenos de números”. Según Pitágoras y otros estudiosos de la numerología, esos textos representan para el hombre un mensaje a descubrir, del mismo modo que cada palabra de estos libros. “Desde su formación, el Universo se guía por un orden que rige hasta la más pequeña partícula, porque todo cuanto existe emite vibraciones. Tales vibraciones afectan también a los números y por ende, la energía transmitida afecta a todos los sentidos. Egipcios, chinos, hindúes, griegos, hebreos y otras culturas milenarias han transmitido a través de generaciones sus conocimientos sobre los números como ciencia sagrada. Antiguos manuscritos evidencian su existencia en todas las civilizaciones y fue el propio Pitágoras quien trasmitió al mundo occidental los conocimientos adquiridos a través de sus viajes a Oriente”. El número como símbolo representa la relación de nuestra existencia y mente con la vida. El día de nuestro nacimiento viene predestinado dentro del orden universal. Ese momento produce la emisión de unas vibraciones particulares bajo las cuales impera la influencia de determinado número. Esas vibraciones serán las que guíen nuestras actitudes y razonamiento y a su vez, atraerán acontecimientos positivos o negativos. A través de la numerología podemos aprovechar las vibraciones positivas y contener sus efectos negativos. Ahora bien, si nos guiamos por todos estos razonamientos de Pitágoras y demás estudiosos del significado de los números, las referencias numerológicas del caso de los mineros de Chile son sospechosas y reiteradas. Al respecto, observemos con atención estos detalles: 1. En el primer rescate del los mineros, la cápsula Fénix II se demoró 17 minutos en llegar al interior de la mina y 16 minutos en salir a la superficie, lo que suma 33 minutos. 2. Los mineros estuvieron 69 días atrapados. El 69 puede dividirse así: 6+9=15. 1+5=6. 6=3+3. 3. El 9 de Octubre se cumplieron 33 días de la excavación. 4. Oficialmente el rescate duró 22 horas, 54 minutos, 11 segundos, que se pueden sumar así: 22+5+4+1+1=33. 4. Las cápsulas llegaron a la zona del rescate a las 23:37 (un 33 oculto). 5. El 33 es el número del Ku Klux Klan (K=11X3=33)-Amen = 33 (A=1+M=13+E=5+N=14=33) Amen-Ra es el dios egipcio del Sol. 5. Si se suman las partes de los sephiroths del árbol de la vida, de la cábala, se obtiene 33. 6. 33 es la representación numérica de la estrella de David. 7. Saturno tiene 33 Lunas oficiales. 8. El primer templo de Salomón duró 33 años. 9. El Rey David reinó 33 años. 10. El terremoto de Chile ocurrió el 2/27, lo que suma 11. 11. Entre el terremoto de Chile y el rescate de los mineros hay 229 días, lo que suma 13. 12. Los 229 días desde el terremoto divididos entre 33 dan 6.9 (los mineros estuvieron 69 días atrapados). 13. Del 11 de septiembre al 13 de octubre son 33 días. 14. El 13 de octubre es numerológica e históricamente una fecha significativa: El 13/10/1307 arrestaron a los Templarios. Ese día se recuerda como el viernes 13, del cual surge la asociación con la idea de que es un día de mala suerte. El 13/10/1792 fue colocada la piedra fundacional de la Casa Blanca por parte del maestro masón George Washington. El 13/10/1843 fue fundada la orden judía dB’nai B’rith, en Nueva York. El 13/10/1917 70.000 personas dijeron ver la aparición de la Virgen de Fátima, y El milagro del Sol, en el cual el astro supuestamente salió del cielo para renacer. El 13/10/1972 un avión de la Fuerza Aérea Uruguaya (vuelo 571) chocó en la cordillera de los Andes. 
Es importante conocer también que los masones de grado 32, para ascender al último y mayor grado, el 33, tienen que realizar un gran ritual llamado El Asesinato del Rey. Este consiste en la simbólica muerte del masón o rey (simbolizado con el número 33) y su renacimiento en un nivel superior, alcanzando la llamada iluminación. Como el Ave Fénix, el masón muere y renace. Y los masones consideran que cuantos más testigos tenga el ritual, más poderoso será el mismo. Los estudiosos del ocultismo señalan también que durante la Segunda Guerra Mundial, el Presidente de Estados Unidos, Harry Truman, era un masón de grado 32. Y luego de finalizada la guerra fue ascendido al grado 33. Según estos señores, el ritual del Asesinato del Rey que realizó para lograr su ascenso fue el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, ciudad que fue elegida por hallarse en el paralelo 33. Observen bien este detalle: la bomba fue lanzada a la medianoche, aproximadamente a las 0 horas GMT, justo entre los días 5/8/1945 (5+8+1+9+4+5=32) y 6/8/1945 (6+8+1+9+4+5=33), es decir, la fecha representa el paso del 32 al 33. Observando el caso de los mineros chilenos, pueden verse varias coincidencias con este ritual masónico llamado El Asesinato del Rey. Para empezar, fueron 33 mineros. La cápsula en la que los mineros saldrían fue llamada Fénix. El rescate se hizo a partir de la medianoche entre los días 12/10/10 (12+10+10=32) y el 13/10/10 (13+10+10=33). Las autoridades no explicaron porque eligieron esa hora.   Recordemos también que el derrumbe ocurrió el 5/8, la misma fecha, es decir, el mismo día y el mismo mes en que Estados Unidos lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima (vale recordar en Japón ya era el 6/8, pero en Estados Unidos aún era el 5/8); y si en su ritual los masones necesitan numerosísimos testigos para darle poder al mismo, en el rescate de los mineros tuvieron a casi todo el planeta viéndolo por televisión, calculando los expertos que fue visto por más de mil millones de personas. ¿Podríamos estar ante un nuevo ritual masónico, por medio del cual uno de sus miembros pasaría del grado 32 al 33? ¿Sería ese Masón el más alto personero del gobierno de Chile? Otros significativos detalles nos dejan algunas interrogantes: 1. ¿Cómo es posible que los mineros estuviesen a 600 y algo más de metros si la primera vez que bajó la cápsula tardó una hora cuando hizo 465 metros en la prueba? Además, iba y regresaba vacía y, luego, con cada minero regresaba en 15 minutos. 2. ¿En que momento le hicieron llegar a los mineros todo el equipo necesario para el rescate de 33 personas (buzos, cascos, anteojos, arnés, ropa, botas, pequeñas cámaras de filmación, etc.)?  3. ¿Cómo puede ser que salieron todos limpios, afeitados, prolijamente vestidos, con semblante alegre y aparentemente sin emociones? La lógica induce a pensar que si uno está mucho tiempo atrapado bajo tierra ( y valga recordar que los mineros estuvieron más de 2 meses bajo la superficie), lo que primero hace al salir es abrazar fuertemente a sus seres queridos, sin querer separarse de ellos y, sin embargo, los mineros salían jocosos y enseguida se separaban de sus familiares, y, hasta uno de ellos, Mario Sepúlveda,  no sólo subió trozos de rocas como souvenir para el presidente y sus ministros, sino que luego bailó hasta una cueca (género musical chileno), y fue después que los socorristas le indicaron acostarse en la camilla. También llama la atención que la televisión nacional chilena hasta trasmitía cuando maquillaban y peinaban a sus familiares, como si se estuviesen preparando para una fiesta, cuando ninguno de esos familiares sabía siquiera cuál era el verdadero estado de salud de cada uno de sus seres queridos, es decir, de los mineros sepultados bajo tierra. Todo esto da mucho que pensar.  Otro detalle cabalístico tremendamente significativo: ¿Por qué cada uno de los mineros que salía a la superficie tenía puesta una franela (camiseta) con la estrella invertida? Es difícil creer que fuera un simple error de imprenta... ¡porque vaya error!, equivocarse en la posición de la estrella que está en la bandera de tu propio país cuando sabes que esas franelas van a ser vistas por millones de personas en todo el mundo. Pero no sólo era la estrella... incluso los colores de la bandera de Chile también estaban invertidos en las franelas de los mineros. En la bandera de Chile, el color azul está sobre el rojo mientras que en las mencionadas franelas el rojo está sobre el azul. Todo el mundo vio a los mineros con el pentragrama invertido en sus franelas, lo que representa el símbolo de la brujería y el de poderes satánicos muy poderosos. La estrella de cinco puntas invertida es un símbolo satánico.  En el ocultismo esto representa voltear un signo de Luz para volverlo un signo de oscuridad: El  emblema de la bandera de Chile,  es decir, la estrella, es con las dos puntas hacia abajo. La estrella es un símbolo de la magia blanca, pero la estrella invertida es el signo satánico, el mismo símbolo que Eliphas llamó como el símbolo del macho cabrio, el símbolo de Baphomet, el dios de los templarios y luego de los masones. Luego, no hay razón para que este símbolo satánico, tuviese encima impresa la frase: "Gracias Señor". El Señor de la oscuridad, es Lucifer. Es muy raro también que a la vez las franelas tuvieran en la parte de atrás un salmo, cuyo mensaje era: "Porque en sus manos están las profundidades de la tierra. Y las alturas de los montes son suyas. De Él es la honra y la gloria”, Salmo 95: 4.
En las Altas Iniciaciones Masónicas e Illuminati, el “Iniciado” emerge de las profundidades de la tierra, en un “sarcófago”, siendo considerado un renacido, como el Ave Fénix, nombre puesto a las cápsulas de rescate en donde salieron los mineros ¿Representaban estas cápsulas al sarcófago de las iniciaciones masónicas? ¿Fue el rescate de los mineros un mega-ritual Illuminati?  Ante estos hechos extraños y significativos, resulta evidente que las franelas fueron diseñadas con el objetivo de colocar la frase "¡Gracias Señor!" encima de una estrella invertida con todo lo que ello representa. Otros raros aspectos acompañan al caso de la mina San José, tales como: La inusual actitud de los mineros al salir, se veían sumamente tranquilos, calmados, etc. Como si no hubiesen estado bajo tierra durante más de dos meses. Luego, con atuendo limpio, dando la sensación de aparente emoción ante el reencuentro con sus seres queridos y la notable simbología cabalística masónica. Al igual que el 11 de Septiembre, pareciera que esto hubiese sido tramado para introducir un estigma en la conciencia colectiva. El 33 es el número del renacimiento. ¿Intenta la elite Iluminati preparar a la población mundial para algo? ¿Tal vez la venida del avatar de acuario (descenso o encarnación de un dios)? El nombre de este Avatar ha  variado en cada cultura, yendo del Mesías judáico, al Maitreya budista, pasando por el Madhi islámico hasta el Cristo cristiano. Según las diferentes culturas, su objetivo sería dar un impulso espiritual que sirviese de “empujón evolutivo” a la Humanidad en su nueva etapa de desarrollo.  Lo cierto es que salvando detalles complementarios todas esas culturas coinciden en que ese enviado (avatar) forma parte de una cadena sucesiva de avatares que, descendiendo desde el mundo espiritual a los planos densos de la manifestación, nos han revelado cada vez un aspecto nuevo de la Divinidad o Causa Espiritual, siendo generalmente esa revelación el punto de partida de una nueva religión adoptaba a un pueblo o civilización determinada. Observen esta otra curiosa coincidencia cabalística con el número 33: El rescate de los mineros comenzó a las 00:00 horas del miércoles 13 de Octubre de 2010. Pues bien, el 13 de Octubre es el día número 33 si se empieza a contar desde las 00:00h del 11 de Septiembre de 2010. ¿Otra simple coincidencia o el complementario cumplimiento del ritual masónico? En las labores de rescate de la mina San José  trabajaron 3000 personas. Toda la operación tuvo un costo estimado entre 10 y 20 millones de dólares, un tercio de este monto cancelado mediante donación de privados y, el resto, por parte del gobierno de Chile y Codelco. Codelco es la Corporación Nacional del Cobre de Chile y su logo tiene un gran ojo encima de una cruz invertida (¿?). La cruz invertida simboliza la burla y el rechazo a Jesús, hijo de Dios. Los satanistas se ponen estas cruces como collares. Cualquiera puede verla en cantantes de rock y en las portadas de sus discos. ¿Por qué el 13 y el 33 insisten en aparecer en este caso, especialmente el 33 (como en el caso de las “casualidades” del 11-S. Al respecto, se podrá alegar es que es imposible que tales coincidencias estuvieran arregladas, pero aquí es donde entran en juego otras “fuerzas” que son las que, precisamente, entran en juego cuando se prepara la escenificación de estos rituales. Recordemos: El derrumbe se produjo el 5 de Agosto, que es el octavo mes. 5+8 = 13. Los mineros dieron indicios de vida el 22/08/2010, fecha cuyos números suman 33 (22+8+2+0+1+0). Además, esto ocurrió en la semana número 33 del año. La nota que enviaron los mineros tenía 33 caracteres (incluyendo espacios en blanco). La primera máquina perforadora, comenzó realizando un agujero de 33 centímetros de diámetro, el cual fue luego ampliado a 66 centímetros (33+33). La segunda máquina perforadora tenía el nombre de T-130. En la numerología el cero no existe, por lo que 130 equivale a 13. La letra T, además, es inicial de Trece. Esta máquina tardó 33 días en llegar hasta los mineros. El nombre de la cápsula de rescate es Fénix, la mitológica ave egipcia que renace de las cenizas. La forma misma de la cápsula evoca a un sarcófago, el cual es abierto para dejar salir a alguien que ha vuelto a la vida. La cápsula Fénix mide 13 pies. El Equipo de Fénix estaba compuesto por un personal proveniente de 33 países. En un principio, se calculó sacarlos a todos en 33 hrs. Los mineros salieron a la superficie el 13/10/10 cuyos números suman 33 (13+10+10). Además, el 13 de Octubre es el aniversario del golpe sorpresa contra los Templarios, de quienes los masones se sienten herederos, continuadores y vengadores. Casi todos los mineros salieron con anteojos (gafas) oscuras, es decir, con una venda en los ojos, tal como en la Iniciación Masónica. 33 minutos tardó en bajar y regresar a la superficie la cápsula con el primer minero (17 minutos de ida y 16 de vuelta).  Todos los hombres rescatados emergieron a la superficie con una franela puesta en las cuales aparecía la estrella invertida, símbolo de la magia negra y la brujería.  El último de los mineros rescatados, Luis Urzúa, fue sacado a la superficie exactamente a las 22:54:11 horas. Vean el resultado de la sumatoria: 22+5+4+1+1=33. En total, los mineros permanecieron bajo tierra 69 días (33+33+3),  es decir, más de 2 meses. La noticia fue cubierta por periodistas de 33 países.  Hay 33 metros de distancia entre el agujero y el lugar donde los hospedaron. ¿Puede alguien sensato pensar que la reiteración de la aparición del 33 es sólo simple casualidad?   Quizá lo de la Mina San José no fue escenificado desde el principio. Pudo haber comenzado como un mensaje de la Madre Tierra, que luego, los Illuminati trataron de desviar o canalizar en su beneficio. Esto, porque según la antigua Tradición Esotérica, los seres humanos tenemos un poderoso potencial de energía dormida, ubicada en la base de la columna vertebral, conocida como la Kundalini. Si esta energía es activada correctamente, comenzaría a ascender por las 33 vértebras de la columna, hasta llegar al cerebro, momento en que se produciría la Iluminación. Aparentemente, los 33 Grados de la Iniciación Masónica, simbolizan este proceso de ascensión de la Kundalini o “Serpiente de Luz” por la columna del Iniciado. Así como los Seres Humanos tenemos esta Kundalini, también lo tiene Gaia, la Madre Tierra. Según la Tradición Esotérica, esta Kundalini se desplaza cada cierta cantidad de miles de años. Durante los últimos milenios, la Kundalini de la Tierra se encontraba asentada en el Monte Kailash, en el Tíbet, pero, a partir de 1949, la Serpiente de Luz comenzó a moverse en dirección a América y, una vez en este continente, continuó desplazándose hacia el sur, a Sudamérica. Según el Maestro de la Nueva Era, Drúnvalo Melchizedek, la Kundalini de Gaia quedó definitivamente asentada el 2003 en el Norte de Chile, el punto final de su recorrido. Siete años después, bajo tierra, precisamente en el Norte de Chile, 33 hombres quedaron atrapados en las entrañas de la Tierra, y el número 33 comienza a aparecer una y otra vez en todo lo que tiene relación con este suceso.  Tal vez, Gaia decidió iniciar su propio ritual para expresar al mundo la activación de la Kundalini Terrestre, lo que significaría el despertar de Chile, Sudamérica y, finalmente, el mundo entero. Seguro que a los Illuminati no podían dejar de llamarles la atención la poderosa carga simbólica de lo que estaba ocurriendo, y decidieron “hacer algo al respecto”, para impedir el despertar Planetario. Entonces, usarían su oscuro símbolo, la Estrella Invertida, para anular el proceso, la cual pudieron ver millones de personas en las camisetas obsequiadas a los mineros y hasta en el escenario que montaron en el lugar para la actuación de artistas invitados para celebrar el rescate. 
Se especula que el presidente Sebastián Piñera, (un próspero y multimillonario empresario), es masón. En este sentido, obsérvese también este detalle: Piñera asumió su cargo, ¿por casualidad? un 11 de Marzo. Vean esto: 11 x 3 = 33,  o si quieren verlo más claro: 11+11+11=33. ¿Será un masón que pasó del grado 32 al grado 33?  Si se tratara de sólo suposiciones, entonces valdría la pena preguntarse por qué a los pocos días de haberse realizado el rescate inicia un periplo por varios países de Europa (Inglaterra, Francia y Alemania), llevándole como regalo trozos de piedras de la mina de San José, a la Reina Isabel II, masona, integrante de la Nobleza Negra y a los mandatarios de Francia y Alemania. Vale recordar que fue en Inglaterra donde nació la Francmasonería. Luego, fue en Francia donde la revolución francesa fue llevada a cabo por masones, Illuminatis y judíos. En esa república europea surgió el emblema masónico "Igualdad, Libertad y Fraternidad". Posteriormente,  Alemania, Baviera (ahora territorio alemán). Allí se creó la Orden de los Illuminatis. De esta forma, cualquier masón de Grado 33 habría cumplido su gran Rito de Iniciación. ¿Fue ese el ritual de iniciación que se realizó en la mina chilena y que tenía que ser presenciado por millones de personas, sin que la masa estuviera consciente de ello? Mientras tanto,  la masa chilena desea seguir viendo la cápsula Fénix que se instaló en la Plaza de la Constitución que está al frente del Palacio de Gobierno. La cápsula Fénix II después recorrerá todo Chile. Como puede verse, el caso de los mineros chilenos fue un episodio planetario, global, “digno” de un mega ritual masónico.  Según Aleister Crowley (ocultista, místico y mago ceremonial, fundador de la filosofía religiosa de Thelema y autor de El Libro de la Ley), el 33 es igual a 11 x 3 y el 11 es el número de la magia. Utilizado cabalísticamente de forma notoria en los ataques del 11 de septiembre del 2001, simboliza también las dos torres que soportan el templo masónico. Las cápsulas usadas para rescatar a los mineros tienen por nombre Fénix, igual al nombre del ave que renace de las cenizas y que simboliza el nuevo Sol y su ascenso de las tinieblas a la luz “Ex tenebris lux", parte de la religión de los misterios egipcios, cara a la masonería. Vale decir que Chile es un país donde la masonería tiene muchísima fuerza.  ¿Será por eso que por primera vez en la historia, la NASA participa, en una rara intervención, en un caso así? Gracias a Internet, hoy día la gente se entera de temas que antes eran sólo del conocimiento de muy pocos. Uno de estos temas tiene que ver con los mega-rituales que la Elite Global acostumbra llevar a cabo. De este modo, mucha gente se ha enterado que eventos como el 11-S, el 11-M, el 7-J (El jueves 7 de julio de 2005, cuatro explosiones paralizaron el sistema de transporte público de Londres), el Derrame de Petróleo en el Golfo de México, y hasta el Mundial de Sudáfrica, y las Olimpíadas de Londres 2012, están tan llenos de Simbología Ritual, que difícilmente puede achacarse todo a la simple casualidad.  Muy por el contrario, la Élite Global Illuminati, acostumbra realizar estas escenificaciones rituales de gran envergadura y lo ha hecho desde siempre. Un ejemplo histórico de estos mega  rituales fue la Misión Apolo 11, que supuestamente, llevó a tres hombres (todos ellos, Masones de Grado 33) a la Luna. No por casualidad, era el Apolo 11, número que, igual que el 7, se repitió obsesivamente en todas las Misiones a la Luna. Ahora, el Caso de los 33 Mineros atrapados y recientemente rescatados en Chile, que ha acaparado la atención mundial, ha suscitado también la suspicacia de muchos por la descarada simbología esotérica y obsesiva repetición del número 33, uno de los números maestros de la Cábala, igual que el 11.  Según los entendidos, muchos de esos ritos (como el de la Orden Calavera y Huesos) se realizan en el fondo de la tierra, para salir luego a la Luz. Como lo pudo observar el mundo, ahora los mineros chilenos vivieron la  realidad de dicha iniciación. ¡Ojo!. No estamos diciendo que ellos estaban confabulados para tal fin. Tal vez ni ellos mismos sabían en lo que estaban supuestamente siendo utilizados. Por esta circunstancia, publicamos esta columna con el debido respeto a ellos y a sus familias, los cuales se presume que habrían sido víctimas inocentes de todo este presunto montaje. 
“Ahora, los 33 mineros chilenos han comenzado a recuperar sus vidas, tras una operación de rescate que puso fin a una epopeya que ha cautivado al mundo y que deja sus nombres grabados en la historia.  Si es cierto, como se comenta insistentemente en el propio Chile, que esos hombres atrapados en un día de Sol, saldrán alguna vez y hablaran al mundo diciendo la verdad de lo que sucedió, la visión llegará y la revelación ocurrirá”. 

Ese desconocido llamado espíritu

Lo espiritual es todo aquello que trasciende lo material. Es la sublime luz de la eterna y verdadera paz.  La experiencia mística es básica en toda visión trascendente de la vida y a ella estamos todos convocados. La evolución espiritual hace despertar en nosotros una comprensión que no es posible transmitir con palabras y que, sin embargo, tan sólo tiene que ser despertada, porque ya existe en lo más íntimo de nosotros: la comprensión mística. El sentido de la existencia humana radica en caer en cuenta de su unión con lo divino. En vez del antiguo modelo de la religión creer, comprender y practicar, ha llegado el momento de meditar, practicar, experimentar y comprender. Cuando comprendemos surge entonces una pregunta fundamental: ¿Qué sentido tiene nuestra vida? Luego, de ella parten todas las demás, y de la respuesta que vislumbremos, depende nuestro comportamiento. La espiritualidad es un universo entero por explorar dentro de nosotros mismos y nos lleva más allá del limitado alcance de la corporalidad física que decide averiguar un poco del ilimitado poder que se alberga en un ser humano. Ese poder se llama verdad y cada uno de nosotros tiene el derecho y la obligación de indagar en ese infinito océano de conocimiento con el fin de sacar a la luz la sabiduría que se encuentra en todos nosotros y eso sólo puede hacerse a través del Espíritu. En este sentido, es necesario saber que el espíritu es una entidad no corpórea a la cual se hace referencia en muchas religiones. Espíritu viene del latín spiritus, que significa aliento y como el aliento es sinónimo de vida, la palabra denota que el alma que sigue viviendo se separa del cuerpo muerto, pero como tiene aliento, metafóricamente se entiende que sigue viva. En teología, “el espíritu es la parte más profunda del alma del hombre, a través de la cual puede ponerse en contacto con Dios”. En muchas culturas, los espíritus existen en el mismo plano que los dioses, aunque en una jerarquía menor. Según los Mormones, “es la parte del ser viviente que existe desde antes del nacimiento del cuerpo mortal, que mora dentro de ese cuerpo y que después de la muerte sigue existiendo. Toda persona viva o que haya vivido sobre la Tierra tiene un cuerpo espiritual inmortal”. Según las Escrituras, “el espíritu y el cuerpo constituyen el alma. La muerte física es la separación del espíritu y el cuerpo. En la resurrección, el espíritu se reúne con el cuerpo mortal que habitó, para nunca volver a separarse. Entonces será inmortal y perfecto”. Un cuerpo sin espíritu está muerto (Santiago 2:26). Por lo tanto, espíritu es aquello que da vida al organismo. Al Espíritu, al cuerpo físico y al periespíritu, el apóstol Pablo llamó cuerpo espiritual, formado de materia sutil e imperceptible a los ojos comunes, pero visible a los que tienen la facultad mediúmnica llamada clarividencia. El periespíritu se conoce desde la antigüedad. Pitágoras lo llamó carne sutil del alma. Aristóteles, cuerpo sutil y etéreo. Orígenes lo llamó aura. En el siglo XVI, Paracelso, lo llamó cuerpo astral. Al codificar la Doctrina Espírita, Allan Kardec lo llamó periespíritu.  Por estas razones, desde tiempos inmemoriales el hombre cree en la reencarnación. Prueba de ello es que los antiguos griegos señalaban que la palabra educación significaba originalmente extraer algo de lo que ya se sabe, por lo que Platón sostenía: “El conocimiento fácilmente adquirido es aquel que se ha obtenido en una vida anterior. Por eso fluye con facilidad. ¿Acaso no son una prueba contundente los numerosos casos de niños-prodigio en diversas disciplinas del saber humano?”. Tales planteamientos en el tiempo han hecho que diferentes religiones sostengan que el hombre se dirige hacia su propio origen…pero, ¿hacia cuál origen? ¿Un origen en este mundo o en otros mundos? Las milenarias afirmaciones lo inducen a buscar respuesta en el mundo espiritual, donde cada quien interpreta, a su nivel de comprensión, lo que cree sea su propia verdad y, de esta manera, al referirse a evolución se encuentra con la reencarnación, para unos dogmática o fantasiosa y, para otros, una verdad que señala que el hombre nace una y otra vez en la Tierra, hasta llegar a su nivel natural de aprendizaje. “La reencarnación es un proceso cíclico de vida, muerte y renacimiento, ya que para el espíritu no existe la muerte pues es eterno. Cuando muere el cuerpo el espíritu sigue viviendo”. Por ello, tras desencarnar no sólo conservamos la apariencia exterior. Mantenemos también todas las condiciones psíquicas que teníamos antes. ¿Es esta otra oportunidad para que el espíritu recobre su pureza y retorne al camino en un nuevo cuerpo? “La lección se repite cuantas veces sea necesario hasta ser aprendida. Una vez aprendida, no existe razón para ser repetida, porque tampoco podrá ser olvidada”. (Jeremías 18:1-6). Sin embargo, algunas religiones sostienen que entre una vida y otra, siempre hay una tregua necesaria para meditar y descansar antes de emprender la nueva tarea que permita la superación del espíritu: “El venir a este mundo es un privilegio para el espíritu y no un castigo, por lo que se debe aprovechar esa gracia divina al máximo, ya que no sería la primera vez que nuestro espíritu viene a este mundo. Habría estado aquí en otras materias”. Por su parte, los reencarnacionistas mantienen que reencarnamos porque una sola existencia es sumamente breve, comparada con la vida espiritual y esta no es decisiva sobre la eternidad del espíritu, ni suficiente para que se alcance la perfección. “El regresar a esta vida es la divina oportunidad que se ofrece al espíritu para que evolucione, se purifique y comprenda tanto de su pasado, como de su presente y de su futuro; para que pueda alcanzar  a saber quién es, qué es, de dónde viene y adonde va. Al encontrar las respuestas ya no regresará más”.
La existencia en la Tierra es sólo un instante en la eternidad del espíritu y un soplo de vida que alienta por un tiempo a cada ser. Antes de encarnar, el espíritu recibe una gran preparación ya que quedará sometido a una larga y dura prueba. “El hombre ha olvidado en el fondo de su ser a su espíritu, al creer que tiene todo en la vida (salud, bienestar, riqueza, familia, placeres, títulos, nombramientos, etc.), por eso se preocupa más por su vida física que por la vida espiritual, aún sabiendo que lo humano es pasajero. Ésa es la causa por la que habiendo adelantado en su civilización, espiritualmente se encuentra estacionado y adormecido en sus religiones y creencias, confundido y temeroso”.  Cuando aprenda las lecciones estará preparado para pasar a su siguiente etapa evolutiva, porque todo es enseñanza y él siempre está donde tiene que estar para aprender lo que vino a aprender. En todo ser humano duermen facultades que le permiten alcanzar conocimientos de tres mundos superiores. Las personas espirituales siempre han hablado de un mundo anímico y de un mundo espiritual, tan reales para ellos como el que ven nuestros ojos físicos y tocan nuestras manos. Al escucharlos uno puede pensar que estas experiencias también puede tenerlas si desarrolla ciertas fuerzas que hasta ahora aún duermen en nosotros. El problema consiste en saber qué debe hacerse para desarrollar estas facultades latentes.  Desde que existe el género humano ha existido siempre una enseñanza mediante la cual los seres humanos dotados de facultades superiores han dado sus indicaciones a quienes aspiraban a tenerlas. Para ello, sólo pueden dar las instrucciones quienes ya poseen tales fuerzas actualizadas. Esta enseñanza se ha denominado enseñanza oculta y la instrucción recibida ha sido llamada instrucción de la ciencia oculta. Tal denominación provoca, por su naturaleza, malentendidos: podría uno sentirse tentado a creer que los que se dedican a esta enseñanza pretenden aparecer como una clase de seres privilegiados, que arbitrariamente rehúsan comunicar su saber a sus semejantes. Quizá se llegue a pensar que tras de ese saber no hay nada importante, pues uno podría pensar que si se tratara de un auténtico conocimiento no habría necesidad de ocultarlo como un misterio, sino, al contrario, se podría divulgar para que la humanidad entera recibiese sus beneficios. Los iniciados en la naturaleza de la sabiduría oculta, de ninguna manera se asombran de que los no iniciados piensen así, pues sólo pueden comprender en qué consiste el misterio de la iniciación quienes, hasta cierto grado hayan recibido la iniciación en los misterios superiores de la existencia. Si esto es así, ¿cómo puede el no iniciado tomar interés humano alguno en la llamada ciencia oculta? ¿Cómo y por qué habría de buscar algo de cuya naturaleza no puede formarse ninguna idea? Tales preguntas se basan en una idea enteramente errónea de la verdadera naturaleza del conocimiento oculto, pues en realidad el caso de la ciencia oculta no es otro que el de todos los demás conocimientos y capacidades de la humanidad. Este saber oculto no es para la persona común un misterio que tenga otra razón de ser como lo que es el saber escribir para quien no lo ha aprendido. Y así como cualquier persona puede aprender a escribir, si emplea los métodos adecuados, así también todo ser humano puede llegar a ser discípulo, y hasta maestro de la ciencia oculta, si busca los caminos apropiados. Sólo en un aspecto difieren las condiciones que deben cumplirse del saber y de las capacidades exteriores: puede que alguien, por su pobreza material o por las condiciones culturales del ambiente en que nació, no tenga la posibilidad de aprender a escribir; en cambio, para la adquisición del saber y de las facultades de los mundos superiores, no hay obstáculo que se oponga a quien los busque sinceramente. En todo caso, el discípulo puede estar seguro que la iniciación llegará a él si tiene el deseo sincero de alcanzar el conocimiento. En este sentido, existe una ley natural entre todos los iniciados que les impone no negar a nadie el conocimiento que le corresponda merecidamente. Pero hay otra ley, tan natural como la primera, que establece que a nadie se le debe entregar la menor parte del conocimiento oculto, si carece de méritos para recibirlo. Y el iniciado es tanto más perfecto cuanto más estrictamente observa estas dos leyes. Minuciosamente precisados se hallan los caminos que el hombre debe recorrer para adquirir la madurez que le permita recibir el conocimiento superior, porque sólo en su propia alma hallará los medios para que se le abran los labios de un iniciado; debiendo desarrollar en sí mismo determinadas cualidades hasta cierto grado de elevación, para poder así participar de los sublimes tesoros del espíritu.     La espiritualidad es lo que no se ve porque es el elemento oculto de nuestra vida. Se encuentra presente en nuestros éxitos, se aprecia en nuestras relaciones satisfactorias, se distingue cuando nos sentimos plenos y en paz. De la misma forma que en un árbol la savia nutre desde la raíz sus diferentes partes, ese elemento oculto, la espiritualidad, sustenta desde nuestro interior todos los múltiples aspectos de nuestra vida aportándoles significado. Sigue los pasos de la enseñanza y entra en comunión con tu sabio guía interior que te ayudará a generar una contribución mayor a los demás y, posiblemente, incluso un legado. De este modo, muchas revelaciones espirituales y atributos se encienden repentinamente en tu interior cuando tu voz interior se hace más fuerte que las múltiples voces y opiniones que te llegan desde fuera.
Hay que recordar que los maestros inmortales de la vida han sido los que dominaron la capacidad de armonizarse con sus voces interiores. Esos grandes seres que cultivaron esta virtud dejaron su huella en la historia. Desde Cristo, que escuchó a su padre celestial hasta Dante y muchos otros que atendieron ese susurro orientador. Existen dimensiones que no son perceptibles a la visión humana. Es por esta razón que el conocimiento espiritual nos da respuestas a viejos problemas existenciales y nos ayuda a mejorar la autoestima; pero debemos estar atentos que el conocimiento debe servir para aclarar situaciones y no generar problemas. La idea es que el conocimiento sirva para liberar las cargas y volver al ser humano libre. El conocimiento debe ser las alas que hacen que el individuo pueda volar sobre los obstáculos y aprenda a superarlos, experimentando la felicidad que es el verdadero propósito de la vida. Por su misma etimología que deriva de espíritu, la espiritualidad ha sido vista siempre como lo opuesto al cuerpo y, hasta hace poco  se consideraba reducida al campo de la religión. Hoy día se ha roto el monopolio religioso de la espiritualidad, porque se ha comprobado que no es necesariamente religiosa, ni se agota en lo religioso, sino que es profundamente humana  y como centro de nuestra humanidad, da calidad verdaderamente personal a nuestra vida humana. Es una dimensión natural del mismo ser humano y elemento integral de su plena realización. La espiritualidad no es nada contrapuesto al cuerpo, ni a la materia, ni a la vida corporal, sino que los inhabita y les da fuerza, vida, sentido y pasión. La espiritualidad es la realización plena del ser humano, su apertura a la naturaleza, a la sociedad, a la contemplación del misterio y su realización espiritual. En definitiva, es una realidad plenamente humana y plenamente natural, absolutamente ligada a todo ser humano. Urge salvar nuestra espiritualidad y la de generaciones futuras. ¿Cuál es el camino? El camino habrá de pasar por cultivar el silenciamiento interior, aprender a escuchar nuestro Yo interior y a reconocer nuestros pensamientos y sentimientos, a no tener miedo a nuestra soledad interna y aprender a buscar desde nuestro interior, sabiendo que allí en el fondo de nuestro ser es donde estamos más cerca de nuestro Dios-Padre, siempre abierto a nosotros y que sólo se llega a Él a través del camino del prójimo y no por prácticas vacías. Por esta fundamental razón, todo debe empezarse desde el principio, pero nuestras mentes están impacientes, queremos hacerlo todo rápidamente, queremos alcanzar el punto más alto sin haber pasado por cada peldaño de la escalera y es por esto que debemos estar conscientes que al conocimiento no se llega en un abrir y cerrar de ojos. Al conocimiento se llega con paciencia, aprendizaje, decisión y dedicación, porque todo conocimiento comienza por la práctica y todo el conocimiento teórico, adquirido a través de la práctica debe ser nuevamente llevado a la práctica. La función activa del conocimiento no se manifiesta sólo en el salto activo del conocimiento sensorial para el conocimiento racional, sino también en algo que es aun más importante, debe manifestarse en el salto del conocimiento racional a la práctica. El conocimiento adquirido sobre las leyes del mundo debe ser dirigido de nuevo a la práctica transformadora del mundo.  Muchos viajan a lugares remotos buscando la enseñanza del conocimiento o la sabiduría a través de un guía o en lugares como Egipto, Macchu Pichu, Teotihuacán, Delfos y otros, sin quizá haber entendido  el mensaje de que venimos a este mundo para reconstruirnos, para recordar, a colocar piedra sobre piedra y buscar dónde encaja cada una de ellas, cuál es su función, cuál su belleza y sentido, para “descubrir” que el suave cauce que nos lleva a un mundo de paz está dentro de nosotros mismos y es por ello que el viaje debe ser hacia nuestro Yo interior donde hemos de recoger los escombros de nuestro cuerpo, de nuestra mente y nuestro corazón, para limpiarlos, reconstruirlos y ordenarlos para formar un todo completo, un Ser pleno de vida, de amor y de armonía. Ojala que cuando estemos de vuelta podamos decir que el viaje mereció la pena, que nos encontramos y completamos, que hicimos de un montón de piedras esparcidas un hermoso Templo Sagrado dedicado a la divinidad.
Mientras habitemos este mundo terrenal, no olvidemos que así como no resulta posible meter el mar en un vaso de agua, tampoco se puede asimilar la sabiduría universal con el raciocinio y el intelecto del Yo Humano.  Para lograrlo hay que meditar, dejar que los sentidos se calmen y expandir la conciencia hacia lo Supremo e Incognoscible.  Entonces, todo lo podremos comprender en su momento, a través de ese “desconocido” llamado espíritu, porque cada uno de nosotros es también el Universo y la Inteligencia Cósmica.