Más preguntas que respuestas


La llegada de un nuevo año siempre trae más preguntas que respuestas. ¿Qué nos traerá? ¿Será bueno o menos malo que el anterior? ¿Será más complicado?, etc. Estas y otras preguntas surgen igualmente ante nuevas situaciones que nos generan ansiedad e incertidumbre, y otras interrogantes como: ¿Qué ocurrirá en nuestro país? ¿Nos irá bien o mejor que el año pasado? ¿Lograremos lo que anhelamos? ¿Nos ubicaremos laboralmente? ¿Conservaremos nuestro empleo? ¿Alcanzaremos nuestros objetivos en los estudios? o ¿triunfaremos en nuestra actividad?, etc. De este modo, con el transcurrir del tiempo van apareciendo las respuestas y entonces – sin siquiera darnos cuenta - sabemos cuándo, dónde y cómo hacerlo, con quién o quiénes hacerlo, y para qué hacerlo. Es decir, definidos nuestros propósitos, lo que resta es ponernos en acción. Luego, sabiendo lo que tenemos que hacer, en forma paulatina van apareciendo los resultados que superan los retos y desafíos que nos impone la vida. Pero, ¡ojo! Si no sabemos hacia dónde vamos, menos podremos encontrar el camino para alcanzar nuestras metas, y si no conocemos esas metas menos podremos superarlas. He allí la importancia de tener claros nuestros objetivos, y para ello, lo mejor es elaborar una lista de lo que queremos realizar en el año que se inicia; comenzando por anotar los más inmediato, necesario o prioritario. Ejemplo: Acudir al médico para superar una enfermedad, conseguir un empleo o cupo en una casa de estudios, lograr alquilar, comprar o vender una vivienda, adquirir un vehículo, realizar el ansiado viaje o mudanza, etc. Posteriormente, hacer una lista de aquellas fortalezas personales que nos ayudaron a superar obstáculos en el pasado año, las cuales, nos permitirán superar los nuevos desafíos. Tengamos claras nuestras nuevas metas, las cuales deberán superar a las del año anterior y estar a nuestro alcance para evitar cualquier frustración en caso de no poder lograrlas. Otro aspecto importante para alcanzar nuestros objetivos es saber identificar a las personas claves que podrán motivarnos o ayudarnos en los momentos difíciles. En vez de generar incertidumbre o desasosiego, la llegada de un nuevo año debe recibirse como un ciclo de nuevas oportunidades en las que, gracias a nuestra actitud positiva, podamos asegurar las bases para un nuevo tiempo lleno de éxitos y realizaciones en lo espiritual y material. El destino pone en nuestras manos un calendario lleno de nuevos días para que demostremos decisión, voluntad, capacidad y actitud positiva para exigir en cada afirmación, la realización de un sueño. No los echemos por la borda ni perdamos el tiempo en indecisiones o vacilaciones. ¡Pongámonos en acción ahora mismo! Que 2007 sea un año de sueños cumplidos donde nuestros proyectos se hagan realidad. El futuro ya está aquí para continuar alimentando nuestras expectativas y esperanzas. Teniendo confianza y seguridad en lo que emprendamos, lo más seguro es que los resultados serán los que nosotros esperamos.
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