¿La reencarnación de Mozart?


Con apenas diecisiete años se le considera como el mayor genio musical de los últimos 200 años. Se llama Jay Greenberg, nació en New Haven, Connecticut y comenzó a tocar el violonchelo cuando tenía tres años. Después aprendió a tocar el piano sin que nadie lo enseñara. Según sus maestros, la crítica especializada y el editor de Claves Musicales, “su gran talento para la composición y dirección y su versátil repertorio, desde sonatas y conciertos para piano hasta profusas sinfonías, ha sido comparado con Mozart, Mendelssohn y Saint—Saëns. Su Obertura al 11-09 recibió el Primer Premio de Composición en la Juilliard School of Music, de donde es egresado y en 2004, 2005 y 2006 ganó el premio para jóvenes compositores de la Fundación Morton Gould”. Jay ha suscitado un enorme interés en los Estados Unidos, sorprendiendo gratamente a quienes han escuchado algunas de sus obras. Su caso es sorprendente e insólito: Greenberg, quien firma sus obras con el seudónimo de Bluejay, teniendo dos años dibujó un violonchelo y le pidió a sus padres que le compraran uno. Según su madre, nunca antes había visto un instrumento musical. -“Quedamos sorprendidos ya que la música no jugaba un rol importante para nosotros y no teníamos ningún tipo de contacto con instrumentos. Cuando acudimos a la tienda musical se abalanzó sobre un mini-violonchelo y comenzó a tocar”. A los tres años comenzó a componer creando en pocos minutos notas para todos los instrumentos. En la escuela se la pasaba escribiendo partituras sin prestar atención a las materias por lo que sus padres fueron llamados varias veces, debido a su comportamiento "problemático". A los diez años ingresa al Conservatorio Julliard, de New York. A los trece ya había escrito cinco sinfonías. Una de ellas, su 5ª Sinfonía, la comenzó a escribir en su escuela, aburrido con la clase de historia, mientras miraba "ausente" un mapa en la pared. Cuando fue grabada por la Sinfónica de Londres Jay oyó por primera vez su obra que tiene 190 páginas, pues asistió al estudio de grabación para ver si las notas eran tocadas tal como él las había imaginado. Es el compositor más joven que ha firmado contrato con Sony Classical e IMG Artists. Según su mentor, el reconocido compositor Sam Zyman, “Jay está al nivel de los mayores genios de la historia en el área de la composición. Es un fenómeno raro ya que cuando uno compone tiene que contestar miles de preguntas como ¿qué notas debe tocar el oboe? ¿Qué ritmo debe tener otro de los instrumentos? ¿Cuándo deben entrar los violines? Etc; y él, delante de uno puede componer una estupenda sonata para piano en sólo 25 minutos, mientras que tradicionalmente compositores muy talentosos logran componer de cinco a seis sinfonías en toda su vida y Jay a los doce años de edad ya había logrado eso”. No precisa de ningún instrumento, le basta con su mente para escribir sin tachaduras y no relee lo que escribe porque todo le sale bien. "Oigo la obra tal cual es, como si alguien ya la hubiese escrito. Cada instrumento viene por si mismo. No sé de dónde viene la música, pero viene con la velocidad de la luz.” Su oído es mucho más sensible que el de las personas normales. Para no ser perturbado por los ruidos de la ciudad, que para él son mucho más altos, se tiene que tapar los oídos, pero aún así no logra desligar el sonido de la música. "Mi cerebro logra controlar dos o tres músicas diferentes al mismo tiempo, en simultáneo con los otros sonidos”, afirma Jay. Cuando la Sinfónica de Londres tocó la parte final de su obra, sacó un papel y se puso a escribir otra. Recientemente, el canal CBS hizo un especial sobre él. Allí, su maestro Sam Zyman señaló: “Jay tiene la capacidad de los mejores compositores clásicos que han influenciado el mundo musical. Puede escribir maravillosas piezas en minutos y una sinfonía completa en pocas horas. ¿Cómo explicar un talento tan exquisitamente desarrollado a esa edad? ¿Cómo explicar que en menos de una hora un niño de sólo ocho años pudo componer -sin un piano- una sonata para piano en el estilo de Beethoven? ¿Cómo pudo componer a los 10 años, en apenas unas semanas, un concierto en tres movimientos, totalmente orquestado?”. Su profesor de piano en el conservatorio, considerado como uno de los mejores virtuosos de ese instrumento, expresó a CBS: “Ya en aquel tiempo yo casi no podía tocar lo que él componía porque era demasiado complicado. Un día me sorprendió tocando una sinfonía de Beethoven, de atrás hacia delante y no fui capaz de seguirlo.” En un concierto que grabó la CBS en Nueva York, en el cual se tocó su sinfonía Store, el público se entusiasmó tanto que parecía estar fuera de quicio, suscitando ovaciones de varios minutos. CBS lo grabó también en su casa. Allí les mostró cómo compone y dirige estando en su computadora, donde sus dedos corren velozmente sobre el teclado. “Frecuentemente se cae el sistema porque soy demasiado rápido”. Las obras de Jay están siendo tocadas por diversas orquestas en el mundo. Su concierto para violín fue ovacionado en su estreno mundial en el Carnegie Hall. Cuando Sony editó su primer disco en agosto de 2006, él ya tenía escritas más de 100 piezas, incluyendo 5 sinfonías, 17 sonatas para piano y 3 conciertos para piano. Jay conduce con enorme talento a través de una gama de emociones, entusiasmo y lirismo. ¿Se trata acaso de un niño índigo? quienes desde temprano demuestran que pertenecen a una generación especial, siendo portadores de un alto nivel de inteligencia, pertenecientes, según los psicólogos, a una generación espiritual, especial para este momento de gran transición de pruebas y expiaciones que permitirá alcanzar la regeneración de la humanidad. ¿O se trata de la reencarnación de Wolfgang Amadeus Mozart ?
insolitohz@gmail.com

2 comentarios:

  1. Ya hay varios seres que se ha pensado que eran la reencarnacion de Mozart. Uno de los ultimos fue el Austriaco Frederick Gulda.

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