El hombre siempre ha creído en seres invisibles que le protegen. Tal protección ha sido reconocida en diversas culturas que plantean que se trata de la intervención de Dios. A su vez, diversas religiones hablan de ángeles custodios, también llamados querubines, maestros, guías, etc. Llama la atención que hace poco, Benedicto XVI señaló: “He pensado que estos ángeles pueden volar porque no se encuentran bajo la gravitación de las cosas materiales de la Tierra, sino en la gravitación del amor del Resucitado”. Según las creencias, los protectores nos advierten de peligros a fin de salvar vidas, siendo su mediación inexplicable desde el punto de vista del materialismo. Veamos algunos de estos casos: un terrible incendio estalló en el barrio de Holborn, en Londres, alcanzando varias casas, cuyas llamas tomaron tanta fuerza que los bomberos se vieron precisados a dejar que el fuego las devorase, dedicándose a poner a salvo a los moradores, menos a un niño, de quien, entre la turbación y el pánico, nadie se había acordado. El niño había sido confiado aquel día a una parienta suya. Cuando la angustiada pariente se acordó que el niño había quedado adentro durmiendo, desesperada comenzó a gritar, lo que hizo que un bombero, en un supremo esfuerzo penetrara heroicamente. Al no verlo salir, todos pensaron que había sido consumido por las llamas, pero… inexplicablemente, reapareció con el niño sano y salvo en sus brazos. ¡Nadie podía creerlo! Al ser auxiliado, refirió: “contra su natural corriente, las llamas retorcían hacia la ventana, de modo tal que jamás lo había visto, dejando intacto el rincón donde estaba el niño aterrorizado. Entonces vi un ángel inclinado sobre la cama, cubriéndolo, y cuando me acerqué, desapareció. Luego, alguien nos tomó y nos sacó de aquel infierno. En mis treinta años de bombero nunca vi nada igual”. Otro de estos casos ocurrió en las riberas del Támesis, cerca de Maidenhead, donde tres pequeños fueron a dar un paseo con su niñera. De pronto, un caballo se les echó encima y en la confusión, dos de los niños tropezaron y cayeron al río. Enseguida un hombre se lanzó para salvarlos, y cual no sería su sorpresa al ver que ¡flotaban sobre el agua hacia la orilla! Al ser rescatados, los niños dijeron: “cuando caímos alguien nos sostuvo suavemente, luego vimos una señora que nos llevó hacia la orilla”. El cura John Neale cita otro caso: “un hombre, recién enviudado, fue de paseo con sus niños a la casa de campo de un amigo, en cuya planta alta había largos y oscuros corredores por donde los niños solían jugar al escondite. En ocasión de subir por la escalera, los niños dijeron que al intentar seguir se les había aparecido su madre, ordenándoles retroceder. Al regresar donde su padre, este decidió examinar el lugar, donde observó, que de haber seguido subiendo, ¡se hubiesen caído por un agujero! A lo largo del tiempo, muchas vidas se han salvado gracias a la intervención de protectores invisibles, lo cual ha sido considerado como verdaderos milagros.
insolitohz@gmail.com
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