En el capítulo de los viajes interplanetarios han sido muchas las muertes misteriosas de astronautas que han ocurrido tras una serie de acontecimientos misteriosos, y enigmáticos, que han sido ocultadas, debido a que parecieran conducir a la comprobación de la existencia de seres y naves extraterrestres en el espacio. Una de esas muertes es la de Frank Edwards, investigador ufológico norteamericano, quien poseía importante información sobre acontecimientos ocurridos en las naves tripuladas. Edwards había preparado un detallado informe con las pruebas que poseía sobre la presencia de ovnis, seres extraterrestres, entorpecimiento y experimentaciones intencionadamente negativas de naves terrestres, sucedidas en lanzamientos o encuentro con ovnis. Entre los informes se conoció uno referido a astronautas rusos que perdieron la vida en el espacio, el cual pasó a manos de un amigo poco antes de que Edwards muriera repentinamente. En el informe aparecían los nombres de los astronautas que habían muerto camino a la Luna , en la Luna o de regreso, sin que la información hubiese sido confirmada, divulgada o admitida por la URSS. En la lista figuraban Terentity Shiborin (1959), Piort Dolgev (1960), Wassilievch Zavadovsky (1961) y Gennedy Mlkhailov y Alexy Belokonev (1961). Después del lanzamiento de Mikhailov y Belokonev el 17 de mayo, las estaciones de Alemania, Francia, Inglaterra e Italia comenzaron a captar las comunicaciones que mantuvieron con la base durante una semana. Base: “Permanezcan atentos a los instrumentos... ¡Un momento...! Comiencen otra vez. Repitan... Las señales ahora no son muy claras”... Astronautas: “Hemos perdido visibilidad. Detrás de nosotros hay una zona totalmente oscura. ¡No tenemos ninguna visibilidad”! B: ¿Nos escuchan? ¡Oigan! ¡Oigan! Envíen alguna señal. Es necesario que comuniquen cualquier novedad. Comuniquen todo”. A: “Copiado. Está bien”. B: “Ten la mano firme. Es muy necesario. Mantén la misma posición”. (Silencio entre frase y frase). A: (excitado): ¡Respondan! ¿Por qué? ¿Por qué? ¡Cambiamos de posición! ¿Cómo, cómo? ¡Ustedes sabrán lo que hay que hacer, lo que tenemos que hacer”! B: “Aquí estación de la Base. Informen ”. A: Sí, pronto... No, no es nada. ¡Estamos en peligro!... ¡Hay algo...Es difícil!... ¡Hay algo!... Si nosotros no lo explicamos, el mundo no lo sabrá nunca. Es muy difícil. Sí, las 8, hora de Moscú... ¿Por qué? ¿Por qué? ¡Hazlo pronto! ¡No comprendo!”. En el informe también aparece transcrita una conversación sostenida durante los dos últimos vuelos; el Vodstok V de Valeri Bikovski, lanzado el 15 de junio del 63 y el Vodstok VI, de Valia Tereskova, lanzado el 16. Ambos estuvieron tres días en el espacio. En esos vuelos sucedieron hechos extraños que interfirieron. El 18 Bokovski se comunicó en un estado de agitación: “¡Un cuerpo luminoso vuela en dirección a la cápsula! ¡Algo me acompaña! ¡Vuela muy cerca! ¡Se precipita hacia mí!”. La comunicación se interrumpe. Después vuelve a comunicarse: “¡Me ha rebasado a enorme velocidad! ¡Pasó casi rozando la cápsula!” Luego, la nave no identificada se dirigió hacia la cápsula de la Tereskova. Alarmada por la aproximación del objeto, esta intenta comunicarse con Bikovski y con la base: “¡Es una enorme nave! ¡Se acerca peligrosamente. ¡Espero instrucciones...! ¡Espero instrucciones...! ¡Está muy próxima…muy próxima!”. El objeto siguió su curso y las dos naves rusas aterrizaron el 19 de junio. En la Tierra …silencio total. Un mes antes, en un vuelo orbital, el astronauta Gordon Cooper fue seguido por una misteriosa luz verde. Al iniciar su giro, Carpenter informó a la base: “Unas partículas luminosas se acercan. ¡Son muy rápidas! ¡Tienen más luz que las estrellas!” ¡Son ellos! ¡Ellos existen!”. En julio del 69, los astronautas del Apolo XI, Armstrong, Aldrin y Collins, lograron el primer alunizaje y Asmstrong pisó por primera vez la Luna. Le acompañaba Aldrin, mientras Collins permaneció en el módulo. Al acercarse a la superficie lunar Armstrong dijo a la base: “Vemos una luz de brillo intenso”. Mientras Aldrin desplegaba el aluminio en forma de pantalla para recoger el viento solar, sobre el negro horizonte aparecieron dos puntos luminosos que se fueron acercando y agrandando hasta definirse como dos naves”. Cuando Armstrong pisó la Luna , en un estado de gran excitación dijo: “¡Oh Dios! ¡Están ahí, son enormes!” Base: ¿Qué diablos sucede?”. A: “¡Son enormes! Son otras naves y están alineadas al otro lado del cráter. ¡Están aquí y nos observan!”. El 30 de junio del 71 el Soyuz II, tras acoplarse a la Estación Salyut y permanecer en ella tres semanas, regresó a la Tierra. Al abrir los científicos rusos la cápsula que había aterrizado sin novedad, encontraron muertos a los astronautas Dobrovolsky, Volkov y Patsavev.
¿Cuántos otros astronautas han muerto sin que la humanidad haya tenido noticias de sus misteriosos decesos?