La Atlántida es uno de los mitos universales más antiguos. Su historia, contada por Platón 350 años a.C., la describe como una civilización floreciente que existió en una isla "más allá de las Columnas de Hércules”. Desde entonces, diversas teorías han surgido para demostrar su existencia y diferentes culturas aceptan que hace miles de años existió un gran continente cuya maravillosa ciencia y cultura describieron escritores e historiadores. ¿Dónde estaba ubicada? ¿Por qué desapareció? ¿Qué tipo de civilización la habitó? La leyenda se mantiene debido a que, hasta ahora no se han encontrado pruebas concretas de su existencia ni documentación alguna. Se afirma que las islas Azores y Canarias son sus restos. Sin embargo, no ha podido localizarse el lugar donde estuvo ubicada. Platón citaba como fuente primaria informativa al historiador Solón, “quien 200 años antes había oído hablar en Egipto sobre la destrucción de una isla ubicada al Oeste". El mito se refiere a una isla destruida por su excesivo poder científico y energético, así como por su avance y esplendor, que, según los relatos, desafiaba a los mismos dioses, por lo que fue destruida durante un día y una noche, alrededor del año 9.500 a.C. Platón sostenía que en esa región habitada un pueblo extraordinariamente civilizado y rico, y que un día sobrevino un cataclismo de grandes magnitudes que en sólo veinticuatro horas lo hundió en el mar. “Era un paraíso templado-cálido, de fértiles llanuras, en cuyas cordilleras abundaban los bosques de maderas valiosas; rico en cobre, estaño, oro y plata, de tanta riqueza y excelente clima, que su población se multiplicó rápidamente, llegando a alcanzar sesenta millones de habitantes; una cifra portentosa, máxime si se estima que Egipto no pasó jamás de quince millones. Era una civilización muy avanzada para aquellos tiempos en los que Europa recién entraba al periodo neolítico”. Con respecto a su ubicación, el sacerdote jesuita A. Kirchner, investigador de la obra de Platón, sostuvo: “En el año 1665 el continente perdido habría estado localizado en el Océano Atlántico, entre España y América. Según algunas leyendas antiguas, entre los siglos XII y I a.C., era imposible alejarse de la costa europea más allá de las Columnas de Hércules (hoy estrecho de Gibraltar), ya que allí se encontraban flotando enormes masas de lodo procedentes del cataclismo que hundió a La Atlántida”. Otro relato señala que, los atlantes eran una raza avanzada que vivía en paz y armonía con el universo. Poseían conocimientos médicos, anatómicos, físicos, químicos y astronómicos. Dominaban las matemáticas, la física y la electricidad. Movían todo su entorno si alterar su estado original, buscando encontrar otros pueblos o razas a fin de compartir e intercambiar sus conocimientos para compartir algo más que sus vidas, puesto que no se creían los únicos habitantes de la galaxia con avanzados conocimientos tecnológicos. Sabían qué productos cultivar. Esos conocimientos los transmitirían luego a otras razas retrasadas tecnológicamente, las cuales dejarían por completo la vida nómada. La Atlántida vivió una era de magnificencia y esplendor, con monumentos y edificaciones de perfecta geometría en una maravillosa ciudad surcada de canales que se comunicaban con un puerto principal. La relación con otros pueblos y razas modificó su modo de estar en el cosmos. Una raza que se consideraba auto suficiente, se vio envuelta en la peor de las maldiciones y cuando el elemento natural y divino que existía entre ellos se desvirtuó por su frecuente mezcla con el elemento mortal, predominaron los valores humanos, incapaces de soportar la abundancia, se condujeron corruptamente, y aparecieran repulsivos perdiendo sus bienes más preciosos, su auto-conducta y su mezcla con el universo. Entonces la ciudad se llenó de dioses, adorando a un supuesto dueño de sus vidas, Poseidón, hermano de Zeus y Hades, señor de los mares y de las aguas. Fue entonces que, corrompidos, intentaron convertirse en el imperio del mundo y se lanzaron a una guerra de conquistas. Más, en el tiempo, se produjeron temblores de tierra e inundaciones extraordinarias, y en un solo día y una noche fueron devorados por la tierra, y la isla desapareció sepultada por el mar, transformándose en un escenario apocalíptico; terminando tan misteriosamente como surgió”.