Según los antiguos cronistas de indias, oiman fue el gran imperio cuna de todas las civilizaciones que dio origen a la raza olmeca, donde la abundancia y magnificencia proliferaban. En sus dominios se encontraron estatuillas representando a seres humanos cuya contextura, nada tenía que ver con los olmecas. ¿En qué modelos se basaron? Enormes cabezas de piedra tocadas con algo muy parecido a los cascos de nuestros astronautas, aumentan el enigma. Los olmecas trasmitieron sus conocimientos a los toltecas, considerados como una rama de los chichimecas, y éstos a los mayas cuya civilización abarcó los actuales estados de Tabasco, Chiapas y Yucatán, Honduras Británica, Guatemala y parte de Honduras y San Salvador. Los enigmáticos e inteligentes mayas fueron considerados los intelectuales de nuestro mundo por sus avanzados conocimientos en distintas disciplinas y sólidas nociones de astronomía y matemáticas, contradictorias para las generaciones actuales pues no usaban algo tan elemental como la rueda, base de infinitas aplicaciones. En su asentamiento de Palenque construyeron un perfecto complejo urbanístico con calles, edificios, templos, canales de regadío y una gran pirámide escalonada dominando la ciudad. También erigieron observatorios astronómicos, como el famoso caracol de Chichen Itza, cuyas cúpulas están mejor orientadas que el construido en París en el siglo XVII. Su año sagrado era de 260 días y el solar de 365,24 días, observándose con nuestros sofisticados cálculos modernos una diferencia de solo 10 milésimas de error. Fueron una de las más brillantes y poderosas culturas que se extendió por 3000 años. Dominaban un lenguaje escrito, siendo hábiles arquitectos, arriesgados comerciantes y talentosos artistas. Vivieron en una sociedad agrícola. Poseían un desarrollado sistema religioso que veneraba al Cosmos. Su civilización se dividió en tres períodos: Preclásico (año 2000 a.C.); Clásico (desde el año 250 hasta el 900 de la era cristiana), y el Post-clásico (de 900 a 1500 d.C., justo antes de la llegada de los españoles). Cuando estos pisaron tierra americana, el imperio maya se había desintegrado misteriosamente, quedando poco de el. Sin embargo, algunos grupos continuaron defendiendo sus tierras. Siglos de imposición española no pudieron eliminar su lengua, vestidos, tradiciones ni sus ceremonias religiosas. Maya (Mayab) significa "sitio del planeta Tierra llamado Yucatán". Para los hindúes, Maya significa ilusión. Todo lo que cambia es ilusión, lo que permanece, lo eterno es el espíritu. También significa mente, magia, madre. Maya (Maia) y María son una misma palabra; curiosamente, la madre de Buda se llamaba Maia y la madre de Jesús, María. El mes de Mayo rinde honor a la diosa Maya, diosa de la primavera, del florecimiento. En filosofía esotérica, Maya representa a una mente que se libera del cuerpo para moverse a grandes distancias con plena conciencia. Se dice que sus monumentos fueron edificados por extraterrestres, “al igual que las Pirámides de Egipto”. Asimismo, que tenían máquinas que dominaban con facilidad la gravedad. De ahí las colosales construcciones que tanto asombran a nuestros científicos, máxime que aun en la época actual no existen artilugios que puedan levantar tan colosales pesos. Esa región fue asiento de culturas que hoy permanecen como símbolos vivos y perdurables, maravillándonos, pero también haciéndonos muchas preguntas. Erigieron ciudades en densas y exuberantes selvas, depositarias de una de las reservas arqueológicas más importantes e intrigantes del planeta, cuya arquitectura revela un sentimiento de respeto hacia el espacio. Los Mayas fueron los creadores del mega-espacio, donde se entrecruzan dos mundos; uno el natural y el otro artístico; uno humano y el otro divino. Si es cierto que fuimos visitados hace muchos siglos por extraterrestres y que las leyendas nos hablan de los "señores de la llama", provenientes del espacio, de distintas civilizaciones superiores a la nuestra, muchas de esas extrañas exteriorizaciones podrían tener ahora explicación.